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Del papel al algoritmo: el rol del área legal frente a la revolución de la IA en Seguros

inteligencia artificial y derecho

Cada vez es más común escuchar sobre inteligencia artificial (IA) en el entorno empresarial, pero ¿qué pasa cuando esta tecnología entra en departamentos tradicionalmente conservadores como Legal y Cumplimiento?  Lejos de ser una amenaza, la IA se presenta como una aliada estratégica que puede transformar la forma en que gestionamos riesgos, cumplimos con normativas y generamos valor al negocio.  En el área de Legal y Cumplimiento, nuestra misión es clara: ser los guardianes de una innovación ética, transparente y responsable. En este artículo comparto algunas reflexiones sobre los desafíos legales que plantea el uso de IA en el sector asegurador, desde mi experiencia en Solunion y con una mirada regional hacia América Central y Caribe.

La inteligencia artificial ya no es una promesa: hoy es un pilar de la transformación del sector asegurador. Su aplicación se ha expandido desde procesos operativos hasta decisiones complejas que impactan directamente en los derechos de los asegurados. En este contexto, la pregunta que debemos hacernos desde el ámbito jurídico y de cumplimiento es inevitable: ¿estamos realmente preparados para regular su uso?

Un nuevo escenario para el sector asegurador

La inteligencia artificial en el sector asegurador es una realidad que se manifiesta de formas tan diversas como sorprendentes: desde sistemas de suscripción automatizados, capaces de analizar enormes volúmenes de datos y evaluar riesgos en cuestión de segundos, hasta soluciones de detección predictiva de fraudes que utilizan algoritmos entrenados para identificar patrones anómalos con una precisión cada vez mayor. También destacan los chatbots y asistentes virtuales, que ofrecen respuestas en tiempo real y mejoran la experiencia del cliente, así como el análisis avanzado del comportamiento del consumidor, que permite diseñar productos y servicios cada vez más personalizados y alineados con sus necesidades reales.

Este uso creciente genera ventajas innegables en eficiencia y agilidad, pero también plantea desafíos legales importantes: ¿qué nivel de autonomía se le permite a un sistema de IA? ¿Cómo se garantizan los derechos de los asegurados cuando la decisión la toma un algoritmo? ¿Quién es responsable si la IA se equivoca?

El marco regulatorio actual: un terreno en desarrollo

En muchas jurisdicciones, incluyendo Panamá y otros países de América Central, el marco normativo sobre IA todavía es incipiente. Si bien existen regulaciones relacionadas con protección de datos, comercio electrónico y servicios financieros, la regulación específica sobre inteligencia artificial aún está en desarrollo o en debate.

Por ahora, la región puede inspirarse en modelos internacionales como el Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea (AI Act), que clasifica los sistemas de IA según su nivel de riesgo. Para Panamá y el resto de América Central este tipo de normativa representa no solo un desafío, sino también una oportunidad para anticiparse y construir confianza en el desarrollo tecnológico de la región.

Revolución legal: menos papeles, más poder de análisis

La transformación digital no solo toca al negocio: también impacta a los departamentos de servicio de las empresas, como las áreas legales y de cumplimiento, que por naturaleza manejan cargas altas de trabajo repetitivo, análisis documental y adecuaciones normativas.

Herramientas de IA jurídica (como los asistentes que redactan o revisan contratos, adaptan cláusulas a distintas legislaciones o identifican inconsistencias) están ganando terreno en mercados más avanzados. Su implementación permite optimizar procesos repetitivos y de alta demanda operativa, como la revisión contractual o la adecuación de documentos legales a los marcos regulatorios de diferentes jurisdicciones, liberando así tiempo para que los equipos legales puedan enfocarse en asuntos estratégicos de mayor valor.

Aunque en nuestra región todavía no contamos con estas herramientas de forma extendida, su llegada no está lejos. Y debemos estar preparados para adoptarlas y para regularlas, auditarlas y usarlas con criterio. La IA no viene a reemplazar al abogado, sino a liberarlo de tareas mecánicas y permitirle enfocarse en asuntos más estratégicos, analíticos y humanos.

Como responsables legales en entornos exigentes como el asegurador, debemos ser promotores de esta evolución. Integrar la tecnología a nuestros procesos internos no es un lujo, es una necesidad para seguir siendo eficientes, pertinentes y competitivos.

El rol del área legal y de cumplimiento: más allá del control

En Solunion, como en muchas aseguradoras de la región, el área Legal y de Cumplimiento enfrenta el reto de mantenerse alineada con la innovación tecnológica sin perder de vista el cumplimiento normativo y la protección del cliente.

Esto significa involucrarse desde el diseño de las soluciones tecnológicas, colaborar con equipos multidisciplinarios y convertirnos en aliados estratégicos de la innovación responsable.

Más allá de la revisión de contratos y políticas, el área legal tiene hoy la oportunidad de asumir un rol protagónico: impulsar una cultura de ética tecnológica, velar por que los principios de equidad y legalidad se reflejen en los algoritmos, y construir marcos internos de autorregulación que generen confianza tanto en los reguladores como en los usuarios.

¿Estamos listos? Aún estamos a tiempo

Panamá y la región tienen la oportunidad de liderar un desarrollo normativo proactivo y adaptado. Como abogados, especialmente en sectores sensibles como seguros, tenemos el deber de comprender los impactos humanos, sociales y económicos de la tecnología.

La IA no es enemiga del derecho. Bien regulada y éticamente aplicada, puede proteger a las personas, modernizar el sector asegurador y convertirnos en promotores de una transformación sostenible.

Porque al final, no se trata solo de entender algoritmos: se trata de asegurarnos que, incluso en la era de la IA, el derecho siga protegiendo a las personas y las empresas.

Este artículo ha sido redactado por Giselle Navas, Legal & Compliance – Solunion América Central y Caribe.

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